viernes, 11 de abril de 2014

Análisis CaliCalabozo

Análisis y clasificación de Calicalabozo de Jorge Navas a la luz de los textos: "¿qué tipos de documentales existen?" de Nichols, "Desvíos de lo real" de Weinrichter y "El nuevo documental. Formas contemporáneas de representación de la realidad" de Cock. Click en texto para visualizar PDF en GoogleDrive o también puede leerse en el post.

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Texto Completo

Calicalabozo

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Por: Esteban Ríos Bedoya

La verdad, la objetividad,
el realismo han sido bajadas
de su intocable pedestal
(Cock, 2010)
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El documental ha sido tradicionalmente entendido como ese documento que retrata la realidad y la muestra con una objetividad rigurosa con el fin de dar cuenta de las cosas tal cual son; entendido  entonces en sus inicios como ese documento que daba prueba o enseñaba algo, limitando sus alcances y su proyección. Era una fuente de conocimiento descarnado que buscaba captar al sujeto de improviso como diría Weinrichter. Con el avance de las vanguardias artísticas y la curiosidad de los cineastas por contar cosas de manera diferente, este riguroso cuadro inicial quebró sus límites y entró a mezclarse poco a poco en el mar del “cine en general” donde sus aguas se empezaron a tocar y a fundirse unas en otras. Esto motivó el renombramiento del mismo como cine de no ficción. Este cine de no ficción busca entonces agrupar de una mejor manera la heterogeneidad y creatividad de los trabajos que se han estado produciendo luego de lo que caída del documental como cine completamente objetivo pasando a un estado de postverdad, como lo llamaría el mismo Weinrichter.

Es precisamente en este contexto de la postverdad y del cine de no ficción motivado por el impulso de las vanguardias que podemos ubicar la obra de Jorge Navas, “Calicalabozo”. Precisamente ante este mar de posibilidades que empezaba a brindar el cine de la postverdad a los directores, algunos teóricos hicieron su parte intentando categorizar estas nacientes ramas, que cada vez se hacen más difusas, en las que se podría definir el cine de no ficción. Nichols es uno de ellos y dentro de su categorización presenta un tipo de documental llamado poético. Y es dentro de este que podemos ubicar, sin lugar a dudas, esta película.

Digo “sin lugar a dudas” más por descarte que por la claridad con la cual el director propone su idea; es decir: Se hace imposible circunscribir Calicalabozo en ningún otro tipo de categorización documental que no sea la poética. Siendo esta obra cinematográfica tan profundamente poética que pisa decididamente el terreno de la ficción y queda entonces suspendida en ese punto indefinido entre ficción y no ficción que es precisamente donde Weinrichter propone que se encuentra lo poético. Es evidente en Calicalabozo que la construcción visual es totalmente puesta en escena y, al ser basada en los textos de Andrés Caicedo, consta en gran parte de elementos ficcionales. Esta y otras características son las que harán cuestionarnos sobre qué es lo que hace a esta película una pieza poética de no ficción y no simplemente una ficción con claros rasgos de experimental.
Calicalabozo cabe dentro de la definición de Weinrichter de lo que es el documental poético al integrar en su narrativa un estilo literario que en principio es complejo para su representación en pantalla debido al estilo delirante y descriptivo del autor; sin embargo, Jorge Navas logra desfragmentar esta obra de Caicedo, y mostrar su ciudad, y mostrarse, y mostrar a sus amigos a través de la representación poética de estos textos en pantalla. Logrando así una mezcla de esta narrativa con los elementos experimentales y rompiendo intencionalmente con el corsé de la prosa del documental. Así, su narrativa se constituye de una superposición de historias fragmentadas tomadas de los escritos de Caicedo rompiendo doblemente con las pretenciones realistas transparentes propuestas en el documental tradicional; por una parte la construcción simultánea de varias realidades no necesariamente co-relacionadas en el mismo espacio-tiempo y el uso de los escritos de Caicedo que de por sí ya incluyen un aura de ruptura con “lo real”.

Pero es precisamente Nichols quien dice que cada documental es como una huella digital, es único y busca representar por tanto de una manera única el mundo. En el caso particular de Calicalabozo esta representación del mundo se logra a través de los textos de Caicedo que son puestos en escena, en esta ocasión no creo por completo que sean actores sociales los que aparecen como lo demandaría el documental con rigurosidad, sin embargo es probable que Navas haya seleccionado su casting de entre sus amistades ubicándolos con los personajes de Caicedo y buscando así una identificación en pro de una mejor representación.

Otra característica a través de la cual podemos identificar en Calicalabozo “eso” que lo hace no ficción es su construcción sobre el mundo histórico, un mundo histórico que se transforma gracias a la intervención de los actores, pero que representa un modo de ver, entender y vivir a una ciudad en particular, Cali, en un momento histórico específico. La fragmentación narrativa es algo que Nichols también resalta como característica del poético y es algo que Calicalabozo desarrolla sin reparos superponiendo unas historias sobre otras, cruzando narrativas y usando voces diferentes como narradores de cada historia. Cabría entonces compararlo con los ejemplos que propone Nichols en “¿qué tipos de documentales existen?” como son Un chien andalou o l’age d’or ambas del surrealista Buñel (acompañado en la primera por Dalí) dentro de los cuales, y esto incluye a Calicalabozo, se da la impresión de documentar la realidad, pero es una realidad poblada por personajes capturados por deseos incontrolables, cambios abruptos de tiempo y espacio, y más rompecabezas que respuestas. Si bien Calicalabozo no expone un mundo surreal, sí se ayuda de estas herramientas recién mencionadas para lograr acercarse a la interpretación que hace Navas de Caicedo y de Cali.

Y así como hemos hecho, podríamos seguir indagando dentro de las características poéticas (o no poéticas) de la obra de Navas, pero me atrevería a decir que lo que le brinda ese sello final que lo categoriza dentro del difuso campo del cine poético de no ficción es que la voz del director es clara en su intención de mostrarnos a través de la representación de los recovecos literatos de Caicedo la “realidad”, o mejor cómo él ve la realidad, de lo que es Cali. Esto hace que la obra se coherente y responda íntegramente a la insinuada intención del autor. Calicalabozo entonces no pretende darnos respuestas, ni contarnos una historia clara, pretende (cumpliendo con lo propuesto por Cock respecto a los nuevos modos documentales) generar preguntas, hacer pensar y ver la realidad desde múltiples perspectivas sin buscar persuadir sobre la veracidad de lo que está representando.


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